Explanada vereda de greda y minerales transitaba.. Entre genuino ecosistema y los salmos de avecillas que aleteaban en la panorámica. Con parsimonia trabé aura, me iluminé y atendí cual portentosa bonanza gobernaba en aquel exiguo boscaje.
Mis pabellones regocijaban con plétora de polifacéticos tañidos, pues el líquido rezumaba por un limítrofe afluente y la galerna arramblaba las erradicadas brácteas de los robles que asociaban mi tránsito a los flancos de aquel desguarnecido territorio.
La corriente me bisbiseaba, reparando en artículos ya sofocados y fomentando al calvario abrogarse de mis capilares. Independencia entre cada henchimiento, mis cordeles toleraban distender mi garguero y por un minuto me advertí espiritualmente vital.
"Grilletes, tachuelas y machetes supeditaron mi albedrío... Y, hogaño, aprisiono las bridas de mi autoridad"
''L.''